martes, 4 de mayo de 2010

MINAS DE ESMERALDAS DE MUZO


PROBLEMÁTICA PLANTEADA


•TRABAJO INFANTIL
•CONTAMINACIÓN AMBIENTAL
•GRUPOS ARMADOS ILEGALES




CARACTERÍSTICAS DE LA ZONA


El municipio de Muzo pertenece a la provincia de occidente del Departamento de Boyacá, en las estribaciones de la cordillera oriental presenta una temperatura media de 26 °C y de una precipitación media anual de 3.152.
Limita por el norte con los municipios de Otanche y San Pablo de Borbur, por el oriente con los municipios de Maripi y Coper, por el occidente con Quípama y por el sur con el departamento de Cundinamarca.



Extensión total: 136 km²
Población: 9,828 hab
Cabecera: 5,389 hab
Resto: 4,439 hab
Densidad: 75.27 hab/km²
Altitud de la cabecera municipal (metros sobre el nivel del mar): 815 m


ECONOMÍA


La economía del municipio gira alrededor de los siguientes renglones:
Minería: Ocupa el primer lugar, dedicándose un 75% de la población activa a la explotación y comercio de las esmeraldas.
Agricultura y Ganadería: renglones importantes de la economía con un 25% de la población ocupada, con cultivos de: Caña de azúcar, cacao, yuca, aguacate, cítricos, madera y ganado vacuno de doble propósito.
En el sector económico sobresale en primer renglón la explotación y comercialización de las esmeraldas (53%), desarrollándose de manera artesanal; el sector agropecuario 15 %, sector formal de la economía 7 % y el 25 % restante de desempleo. El índice de población activa/población a cargo es de 73,19.


EXPLOTACIÓN INFANTIL


En las minas de esmeraldas de Muzo la utilización de niños es esencial puesto que son los niños los que comienzan a cavar la mina. Los niños solo se les permite trabajar de 3:00am A 8:00 am esto para evitar el control de las autoridades


GRUPOS ARMADOS


•ANTECEDENTES
Desde 1946, cuando el Estado colombiano nacionalizó la extracción de esta piedra preciosa, la esmeralda comenzó a ser sustraída a sangre y fuego, y el gobierno optó por mantenerse al margen de esas luchas.

La ilegalidad del comercio de la esmeralda y lo lucrativo que prometía ser este nuevo negocio, llevó a muchos colombianos a trasladarse al occidente de Boyacá, donde están las minas más productivas. En 1970 se desató la guerra por controlar los más grandes enclaves mineros. La "guerra verde" cobró cientos de víctimas. Ante la excesiva ola de violencia, el Estado se vio obligado a intervenir, y, luego de largas negociaciones, los habitantes de los pueblos mineros, que quedaron prácticamente desolados, firmaron la paz.